A LA CIUDADANÍA; LA VERDAD PREVALECERÁ.
Cuando los argumentos no existen, la opción es apelar a la deshonra.
Tristemente es lo que está pasando conmigo al querer defender mis derechos como autoridad, mujer y ciudadana ecuatoriana, expuesta al escrutinio público sin perder mis garantías constitucionales como el derecho a la protección de mi buen nombre y a la intimidad personal y familiar.
DEJARÉ TODO EN MANOS DE LA JUSTICIA
Es de conocimiento público mi descontento por las declaraciones mal intencionadas que deberán ser sustentadas ante la ley ya que he propuesto acciones legales precisamente en búsqueda de la verdad y en esa línea que sean los administradores de justicia que determinen responsabilidades y apliquen sanciones.
Esto sin duda alguna es el motivo de la reacción del señor Andrés Durán que mantiene su postura de atacar mi honra y mi buen nombre, al verse avocado ahora a enfrentar la defensa de una denuncia formal y legal en la que amparada en principios constitucionales he incoado en su contra por publicar información que en cumplimiento a la Ley he puesto en consideración de los órganos de control competentes y no para que sean ventiladas como hojas volantes en redes sociales. Este es mi derecho y el derecho de todos los ecuatorianos a conservar la intimidad de la información para el público más no para las autoridades y en esa línea he cumplido.
Quienes me conocen saben que soy una mujer de paz y consenso, enérgica sí, justa, respetuosa y luchadora como la esmeraldeña que soy en defensa de los derechos de mis ciudadanos. En medio de esta crisis de inseguridad el mencionado señor continúa exponiéndome, ahora diciendo que he contratado un sicario para atentar contra su vida. No se puede seguir siendo ligero de comentarios amparándose en la libertad de expresión.
Esas declaraciones también tendrán que ser probadas, no puede un ciudadano atacar de manera irresponsable a una mujer en goce de sus derechos políticos por el cargo que ostento porque a más de hacerme responsable de un presunto delito violenta mis derechos consagrados en el Art. 10 literal f) de la Ley Orgánica Integral para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres y el Art.12 numeral 7 en la que tipifica la violencia política ejercida contra mujeres que ejercen cargos públicos o son políticas.
Las mujeres también tenemos derecho a gobernar con amor y responsabilidad, le pido respeto para mí y para mi pueblo que me otorgó el mandato y por quien día a día trabajo arduamente en beneficio de todos para mejorar su calidad de vida como hasta ahora lo he venido haciendo.
Roberta Zambrano
Prefecta de la Provincia de Esmeraldas